DÍA DE LA MEMORIA, POR LA VERDAD Y LA JUSTICIA
A 44 años del golpe de Estado cívico - militar en nuestro país,
se proponen distintos recursos para trabajar con los chicos de todas las edades, desde la escuela y el hogar.
Mucho se ha escrito sobre cómo las juntas militares que gobernaron Argentina entre 1976 y 1983 persiguieron y censuraron a intelectuales y artistas.
Lo que es menos conocido es que las prohibiciones del gobierno de facto llegaron incluso al mundo de la literatura infantil.
Libros clásicos como "El Principito" fueron censurados por temor a que "adoctrinaran" a los niños.
La escritora y docente de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) Gabriela Pesclevi, quien publicó un libro sobre este tema, dio algunos ejemplos de libros censurados y explicó por qué los militares los encontraron "peligrosos".
El Principito (Antoine de Saint-Exupéry, 1943)
- La obra: Este cuento infantil francés es uno de los libros más vendidos después de La Biblia y el Capital de Carl Marx. Fue traducido a 180 idiomas. En Argentina fue publicado por primera vez en español en 1951 por la editorial Emecé.
Cuenta la historia poética de un piloto que se pierde en el desierto del Sahara luego de que su avión sufre una avería y allí conoce a un pequeño príncipe proveniente de otro planeta, que le cuenta cómo llegó a la Tierra. Contiene muchas observaciones filosóficas sobre la existencia, la naturaleza humana, la amistad, el amor y sobre cómo los adultos ven el mundo.
- Por qué lo censuraron: En su libro "El príncipe censurado" la escritora Ernestina Martínez Gravino señala que lo prohibieron "porque es una obra que relata las aventuras de un niño en busca de amigos, de la compañía de otras personas, lo cual iba en contra de los mecanismos específicos de control social utilizados por el gobierno militar".
Además, resalta que "cuando el Principito se refiere a la libertad, lo hace a su favor y con un ejemplo en el que participa un dictador. Es decir, que cualquiera podría haber asociado al dictador turco con los dictadores argentinos".
Según Gabriela Pesclevi, otra posible razón de su prohibición pudo haber sido que fue encontrado en muchas de las casas allanadas por los militares, debido a que fue un libro muy popular en la década del 60 y principios del 70, por lo que los militares pudieron haberlo asociado con los supuestos "subversivos".
Cuentos para chicos traviesos (Jacques Prévert, 1973)
- La obra: Prévert era un poeta, autor teatral y guionista cinematográfico francés. El libro es una antología de cuentos en la que los animales padecen el atropello de los humanos. El tono es de humor y desenfado.
Los animales denuncian el mundo de los cazadores, la petulancia y todas las formas de la ambición humana, incluyendo la esclavitud. Fue editado en Buenos Aires en 1974 por Ediciones Librerías Fausto.
- Por qué lo censuraron: En los cuentos los animales denuncian la explotación que sufren por parte de los humanos y se muestran como una fuerza contrapuesta a ese abuso. Además se llaman entre sí "camaradas", algo que seguramente molestó a los militares.
Según Pesclevi, los animales de "Cuentos para chicos traviesos" desafían el orden y transgreden normas impuestas de la sociedad, lo cual era considerado subversivo.
Cinco Dedos (Colectivo Libros para Niños de Berlín, 1975)
- La obra: Cuenta el enfrentamiento entre una mano roja y una mano verde. En el comienzo se ve solo una mano: la roja, en la que los dedos se llevan mal, se critican, se fastidian. Luego viene la mano verde a imponerse a ellos, los maltrata y busca someterlos. Entonces los dedos rojos se unen para vencer a la mano verde, que aparece con el color de los trajes militares. "Cinco dedos bien unidos…hacen un buen puño", es el lema del cuento.
Los derechos para imprimir el libro fueron adquiridos en 1973 en la feria de Frankfurt por el editor Daniel Divinsky, fundador de Ediciones de la Flor, que tenía varias colecciones infantiles y también publicó la historieta Mafalda, de Quino.
Divinsky y su pareja Ana María "Kuki" Miller fueron detenidos por el gobierno militar en 1977, y tras permanecer varios meses en cárcel se exiliaron en Venezuela, desde donde siguieron editando libros. Ediciones de la Flor siguió funcionando bajo el mando de Elisa Miller, madre de Ana María, hasta el regreso de la pareja en 1982.
- Por qué lo censuraron: Según el decreto 269/77 del 2 de febrero de 1977, que prohibió el texto, este libro prepara a la niñez para el accionar subversivo.
"(Tiene) finalidad de adoctrinamiento que resulta preparatorio a la tarea de captación ideológica propia del accionar subversivo", reza el decreto.
Para Pesclevi, "Cinco Dedos" está atravesado por la idea de "La unión hace la fuerza", un concepto considerado muy peligroso por los militares.
Érase una vez... el hombre (serie televisiva e historieta, 1979)
- La obra: Se trata de una historieta de origen francés, basada en la serie de televisión animada del mismo nombre, creada por Albert Barillé en 1978. La tira gráfica tiene 10 tomos y al igual que la serie explica la evolución humana y la historia del hombre, desde un perfil científico.
- Por qué lo censuraron: "Érase una vez... el hombre" muestra cómo evolucionó la humanidad, un concepto que incomodaba a la iglesia católica.
Los militares ordenaron a Argentina Televisora Color levantar el ciclo luego de que el Episcopado se quejó de que el programa había puesto en tela de juicio el concepto de la creación divina como origen del mundo. También molestó un capítulo que denunciaba la contaminación ambiental.
En tanto, la historieta gráfica sufrió una curiosa forma de censura: los militares hicieron colocar calcomanías de un grupo musical popular en esa época (la banda española Los Parchís), sobre una página de uno de los tomos que contenía una referencia a la Iglesia considerada ofensiva.
El texto cubierto describe de los sacerdotes como "borrachines" y denuncia a "esa gente vestida de terciopelo que tiene los vinos y los buenos panes". También se refiere a "esas criaturas de Satán que escogen el estado eclesiástico".
El twist del Mono Liso (canción de María Elena Walsh, 1962)
- La obra: La junta militar argentina no solo censuró cuentos y series infantiles. También prohibió canciones para niños. El ejemplo más notorio fue el de "El twist del Mono Liso", una de las canciones más conocidas de María Elena Walsh, la escritora y compositora de temas infantiles más famosa de Argentina.
La canción era popular desde que apareció en el álbum "Doña Disparate y Bambuco", en 1962, cuya estrella era Manuelita la tortuga.
- Por qué lo censuraron: Aunque no hubo un decreto oficial de prohibición, la canción estaba en la "lista negra" musical de los militares, que fue hallada años después del regreso de la democracia e incluía unos 150 temas muy variados.
Pesclevi cree que el gobierno de facto pudo haber objetado el lenguaje coloquial de la canción, que les pudo haber parecido "impropio". "Además la historia versa sobre una naranja excéntrica, que a pesar de los intentos de domesticación hace lo que quiere", resalta la experta.
Otros temas de María Elena Walsh que fueron censurados fueron "La cigarra" y "Gilito de Barrio Norte". La artista dejó de cantar en público en 1978 por la presión que recibía de los militares y varios de sus temas se convirtieron en símbolo de la lucha por la democracia.
Otras obras prohibidas fueron:
La Torre de Cubos: Copias a mimeógrafo
"Del análisis de la obra La Torre de Cubos se desprenden graves falencias tales como simbología confusa, cuestinamientos ideológicos-sociales, objetivos no adecuados al hecho estético, ilimitada fantasía, carencia de estímulos espirituales y trascendentes", sostiene la resolución N° 480 del Ministerio de Cultura y Educación de Córdoba que prohíbe la obra de Laura Devetach. Entre otros argumentos se aduce que el libro critica "la organización del trabajo, la propiedad privada y el principio de autoridad".
Los cuentos de la autora cordobesa hablaban de la vida cotidiana —los padres que trabajan, las familias a las que no les alcanza la plata— en una época en que la literatura infantil recién comenzaba a consolidarse. Desarrollo que la dictadura intentó encorsetar. Hasta había palabras desaconsejadas por el poder militar: calzado en lugar de alpargatas, por citar un ejemplo recordado en un ensayo por Devetach.
"La Torre de Cubos se prohibió primero en la provincia de Santa Fe, después siguió la provincia de Buenos Aires, Mendoza y la zona del Sur, hasta que se hizo decreto nacional. A partir de ahí la pasé bastante mal. Porque no se trataba de una cuestión de prestigio académico o de que el libro estuviera o no en las librerías. Uno tenía un Falcon verde en la puerta. Yo vivía en Córdoba y más de una vez tuve que dormir afuera. Finalmente nos vinimos con mi marido a Buenos Aires en busca de trabajo y anonimato. Durante todo ese período quise publicar y no pude."
"Maravillosamente el libro siguió circulando pero sin mi nombre: era incluido en antologías, los maestros hacían copias a mimeógrafo y se los daban para leer a los alumnos. Muchos lectores se me acercaron después y me dijeron que habían leído mis cuentos en papeles sueltos, sin saber de quién eran. Recuerdo varias Ferias del Libro en las que las maestras me acercaban esas hojas mimeografiadas para que se las firmara."
"Me consta que en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Córdoba muchos colegas y estudiantes hicieron denuncias con nombre y apellido nada más que para ocupar el lugar de los destituidos. Yo, además, trabajaba en un profesorado al que un colega entró como observador de mis clases. Hizo ciertas objeciones y, para concluir, sacó de la biblioteca libros de Cortázar, de Piaget, de gramática estructural y de matemática moderna."
"Tengo grabadas imágenes bastante alucinantes de los atardeceres en la ciudad de Córdoba: gente que deambulaba por las calles con paquetitos, con valijas donde llevaban los libros, cuando se iban a dormir de un lado al otro. Parecían caracoles con sus caparazones a cuestas. Así era todo, silencioso y sórdido."
Laura Devetach, escritora.
Un elefante ocupa mucho espacio: Prohibidas las huelgas
En 1976, Un elefante ocupa mucho espacio, el libro de Elsa Bornemann, (fue elegido para integrar la Lista de Honor) del Premio Internacional "Hans Christian Andersen", otorgado por International Board on Books for Young People, con sede en Suiza. Un año después era prohibido en la Argentina por relatar una huelga de animales. El decreto, fechado el 13 de octubre de 1977, incluía también a El nacimiento, los niños y el amor, de Agnés Rosenstiehl, editado —junto al de Bornemann— por Librerías Fausto.
(Señalaba el decreto militar:) "En ambos casos se trata de cuentos destinados al público infantil, con una finalidad de adoctrinamiento que resulta preparatoria a la tarea de captación ideológica del accionar subversivo (...)
De su análisis surge una posición que agravia a la moral, a la Iglesia, a la familia, al ser humano y a la sociedad que éste compone."
"A lo largo de seis meses no pude escribir. Superado ese lapso, compuse la nouvelle titulada Bilembambudín o El último mago —publicada enseguida por Editorial Fausto— y a partir de ahí continué con la escritura, contra viento y marea. Pero la prohibición afectó particularmente mi relación con la existencia. En especial, debido a la gran cantidad de personas que decían apreciarme, quererme y que se borraron por completo a causa del decreto militar. Por extensión arbitraria del mismo tuve vedado el acceso a todo establecimiento de educación pública (de cualquier lugar de la Argentina y de cualquier nivel) hasta que terminó la dictadura."
Elsa Bornemann, escritora.
EXCELENTES PROPUESTAS !!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarFELICITACIONES POR LA CREACION DEL BLOG.